Vivimos en un mundo puramente energético, donde la energía que separa un acontecimiento de otro es como la trama del tejido de una gigantesca tela, que permite y da sentido al hecho que todo está unido al Todo. “Principio de Sincronicidad” es lo que denominó C. G. Jung, para referirse al hecho que ciertos acontecimientos no pueden estar relacionados entre si como mera casualidad, sino que son parte de un encadenamiento de sucesos simultáneos, donde el tiempo deja de ser algo abstracto y más bien se torna un continuo concreto. Hoy, la física cuántica también lo expresa en otros conceptos.
De igual forma que una gota de mar representa el mar en si misma, este “principio de sincronicidad” permite que a partir de una parte del todo se pueda inferir y conocer este todo mayor. Por eso, cualquier universo de conceptos puede actuar como oráculo, puesto el consultante, siendo a su vez parte de este mismo universo, toma una parte de él y obtiene una representación de sí mismo y del todo, en relación a la consulta que realizó.
Las gemas y cristales llegan a nosotros desde el reino mineral que es el reino más antiguo de esta creación, brindándonos una sabiduría pura y simple. Nuestro cuerpo, al estar constituido por minerales posee un lenguaje común con las gemas y cristales y la vibración de ellos activa nuestra propia conciencia, despertando nuestra sabiduría interior.
Si bien el mundo de las gemas es inmenso y aún sigue siendo descubierto, Bioconciencia te ofrece un sencillo y entretenido oráculo de gemas y cristales para que abras un espacio de diálogo interior, cada vez que así lo requieras.
Piensa en un tema determinado y saca tres cartas, una a la vez, y luego léelas en secuencia, comprendiendo que hay un contexto que une a las tres. De lo contrario sigue el contexto planteado aquí. Al escoger la última carta se activará el botón «ver resultado.»
Carta 1: Lo que no ves
Carta 2: Tu mejor recurso
Carta 3: Hacia dónde vas